Leo el anuncio del Gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, en que con orgullo habla de la construcción de la infraestructura náutica y turística en el Embalse de Topocoro, una obra por más de 76 mil millones de pesos, y cierra diciendo que está obra fortalecerá aún más el turismo en Santander.
Me surgen las siguientes preguntas: De acuerdo con las comunidades afectadas por el embalse, ¿dónde está ese fortalecimiento para el turismo comunitario? ¿A qué costo por la destrucción del ecosistema se llega por la realización de otro parque temático? ¿Acaso el turismo comunitario es importante para este gobierno?
Mientras nuestro tesoro natural de la ciénaga El Llanito está desapareciendo debido al embalse, le siguen entregando a este más recursos, sin importar lo que pasa con estos ecosistemas cenagosos y en donde viene creciendo una nueva alternativa económica sostenible.
En una fotografía se refleja cómo el tiempo seco empieza a hacer efecto en parte de nuestra ciénaga y como esto afecta a las más de 215 especies de aves y 20 especies de mamíferos y herpetos que se registran en este ecosistema, sumados al manatí, el mamífero más grande que recorre nuestra ciénaga y nuestros caños.
Señores gobernantes: el turismo comunitario requiere con urgencia fortalecimiento, no especialistas que lleguen a las comunidades a decir qué es lo que necesitan; es mejorar lo que ya hay y apoyar en lo que se necesita. Y rogar a Dios que las lluvias se mantengan, para que el embalse se digne en no cerrar las compuertas.
Nota: Como dato curioso, en esta zona que aparece en la fotografía se registró una bandada permanente de 14 Chavarris (Chauna chavaria), que hoy ya no se encuentra ahí.
Jaime Arnache
Fotógrafo Documental
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