Para un habitante de calle que es estar en aislamiento a causa de una de Pandemia, donde está la puerta de su casa, donde la de su habitación, donde termina su sala y donde comienza el patio de esta, como popularmente dice quien se gana un diario “se la rebuscan para subsistir”. Escogieron una vida de calle por muchas razones que desconocemos, pero hacen parte de un grupo que ha sido exiliado por la sociedad o por ellos mismos, ¡si son peligrosos o no!, son seres humanos que también están en riesgo, creo que son el grupo de mayor vulnerabilidad, ya que son invasores de nuestros desechos además que algunos reciben ayudas de aquellos de buen corazón que aun los ven y no ignoran su existencia.
Mientras luchamos en estos momentos a diario por el no contacto ni la interacción entre sí, con un sin número de accesorios que nos protegen y crean esa barrera para no contagiarnos, ellos simplemente se aíslan en esos lugares apartados o deambulan en las calles esperando encontrar ese algo que llene sus vidas, mientras nosotros estamos sumergidos en la desesperación por no contraer el virus que está en el lugar menos esperado y cada momento en aislamiento es una eternidad de espera para nuevamente salir a las calles en donde ya seremos intrusos de esta.
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